Fiché esta boda en Vogue novias hace poco. Me impresionaron dos fotografías. Una de los Hangisi que llevó Patricia y otra que correspondía a la entrada al Monasterio, cuya decoración floral corrió a cargo de la Florería Hedra.
La pandemia no fue un impedimento para que su boda se celebrara el 28 de agosto en Galicia. “Desde el primer momento supimos que la boda se celebraría en Galicia. Yo veraneo en La Toja desde que nací, ya que mi familia paterna es de allí, y Mel, por su parte, es un enamorado de Galicia, y casualmente, iba muchos años a pasar días a La Toja con su madre, por lo que decidir el sitio no fue nada complicado”, añade la novia.
El número de invitados bailaba. No se sabía si iban a ser 20, 50 o 200 personas. Lo que tenían claro es que iba a ser en Galicia, el 28 de agosto. Y así fue.
Una boda muy silvestre en la que estuvieron presente norte y sur. La vegetación tuvo un protagonismo relevante en esta boda y en la que los olivos fueron el hilo conductor. “Mi suegra, que falleció hace dos años, era de Jaén, y era una forma de tenerla un poco más presente. La decoración la tuvimos superclara desde el primer momento. Giró todo en torno a flores silvestres, con mucho, mucho verde”, explica la protagonista de la historia.
La celebración de la boda tuvo lugar en el Monasterio de Armenteira, un espacio en la provincia de Pontevedra. “La decoración del Monasterio fue un sueño. No queríamos poner ningún arco de flores ni nada que le quitara el protagonismo a la entrada del Monasterio, que es una maravilla”.
“No cambiaría nada, recuerdo que al llegar pensé : No podía haberlo imaginado mejor’”.
Tras la celebración, se desplazaron al Pazo El Castriño, em VillaGarcía de Arousa.
Para la organización contaron con las chicas de Lluvia de arroz. Alba y Claudia entendieron a la perfección lo que Mel y Patricia estaban buscando. “Me entendieron súper rápido cuando les dije cómo me imaginaba mi boda. La verdad es que yo tenia las ideas muy claras y sabia todo lo que no quería que faltara ese gran día, pero sin ellas hubiera sido imposible, ellas supieron plasmar absolutamente todo con lo que había soñado”.
Por otro lado, Castellar Granados fue el encargado de confeccionar el vestido de Patricia. Un vestido compuesto por una falda de plumas, pedrería en las mangas y un maxi lazo en la espalda. “Lo de Castellar fue todo un flechazo, con ella se hizo real lo que me habían dicho de ‘cuando es tu diseñadora, lo sientes’. Y lo tuve claro desde que salí de su taller la primera vez. Me entendió al 100%", confiesa.
Bang Bang You se encargó de retratar todos los detalles de la boda. Galicia es digna de retratar y cada imagen está perfectamente cuidada. Por otro lado, el vídeo de la boda lo realizó Love Story. De verdad que no tiene desperdicio, porque "el vestido en movimiento es una pasada", afirman los chicos de Love Story.
Y yo me quedo con cada fotografía de esta boda.
- Florería Hedra, Castellar Granados, Lluvia de Arroz, Monasterio de Armenteira, Pazo El Castriño, Vetaviva, Florearte, Pepe Solla, Grupo Insieme, DJ R Music.
Comentários