Ya lo dije en el post sobre La Dichosa, la elección de un buen fotógrafo para el día de la boda es algo en lo que los novios deberían de pararse a reflexionar mucho. Al final, son los recuerdos de la boda y para mí, es fundamental elegir a unos buenos fotógrafos para que realicen el reportaje de vuestra boda, de hecho es algo en lo que invertiría más.
Por eso os vengo a hablar de un dúo de fotógrafos que descubrí en el último número de Telva Novias a raíz del reportaje de la boda de Marta Corsini. Dos más en la mesa me conquistaron por completo.
Y lo podéis comprobar vosotros mismos en las fotografías.
Andrea y David se conocieron en 2011. Ella era profesora en una de las escuelas mas prestigiosas del país donde descubrieron que tenían muchas influencias en común tanto en la fotografía como en el arte ( Matisse, Goya, Diane Arbus, Ralph Gibson, Rinko Kawauchi, etc). "Durante mucho tiempo hemos buscado inspiración fuera de esta industria. Buscamos inspiración en el cine, la literatura y el arte".
"Al principio, nuestros amigos eran nuestros clientes y por eso decidimos llamar a la empresa dos más en la mesa. Esto significa que somos accesibles y nos gustaría que nuestras parejas nos consideraran sus amigos.En estos días, ya no trabajamos para amigos y nuestros presupuestos de boda han crecido".
Dos más en la mesa persigue producir imágenes intemporales que representen a sus parejas, donde sus personalidades y su ambiente están ampliamente representados. Afirman que una narrativa visual específica y reconocible hace que un fotógrafo se distinga.
Tienen a un gran maestro de referencia y una de sus frases, como la clave. "Joan Miró solía decir que hay imágenes que puedes examinar durante una semana, y aún así, no te dirán nada, mientras que puedes mirar a los demás por un segundo y seguir recordándolas toda la vida".
"Con esa frase en mente, trabajamos muy duro a diario para aprender a capturar imágenes que puedan trascender un poco más. Algo que nos llega sin esfuerzo, pero hay mucho trabajo detrás de esas imágenes".
"Antes de cada boda, estudiamos a nuestros clientes y al resto de vendedores involucrados en la boda y creamos un moodboard mezclando nuestros gustos con los suyos. De esta manera, no sólo aprendemos más sobre todas las partes involucradas, sino que también podemos previsualizar el entorno en el que trabajaremos (flores, espacios seleccionados y características específicas de la ubicación según la temporada)".
"También, llegamos un día antes para hacer un poco de exploración y, si es posible, documentar el detrás de escena. Es maravilloso vivir esos primeros momentos donde todos los vendedores involucrados están llenos de emoción. De alguna manera nos ayuda a sentirnos más parte de la historia."
"Una vez que comienza la boda, ya hemos analizado cuidadosamente todo (luz, espacios e incluso el vestido de la novia), y pensado en cómo resaltar cada aspecto. Se podría pensar que estamos un poco locos, pero llegamos a pensar en el lugar y el vestido como si fueran personas y tratar de hacer un retrato fiel y digno de su personalidad."
"No buscamos imágenes poéticas aisladas; buscamos esa unión de ciertas imágenes que dota de misterio y magia a nuestras historias. Es la única forma que conocemos de trabajar. Este enfoque nos permite seguir creciendo día a día sin obsesionarnos con obtener tales y tales imágenes".
"Cada pareja es diferente. Sin embargo, hay ciertas cosas que recomendamos hacer a todas nuestras parejas, para asegurarnos de que se sientan representados por las imágenes que crearemos juntos. Siempre recomendamos que nuestras parejas compartan sus gustos con nosotros". Por otro lado, aseguran que confiar en los profesionales de los que te rodeas durante la boda lo hace todo más fácil.
"Sin embargo, de lo que estamos más orgullosos, es el esfuerzo que hacemos en cada boda para obtener imágenes que resistirán la prueba del tiempo. Es muy importante que las parejas entiendan que a medida que avanzan los años, algunas imágenes serán menos importantes, mientras que otras serán cada vez más relevantes para ellos a lo largo de los años".
"Por mucho que seamos reconocidos por un cierto estilo, lo que hace correr la voz es que dejamos cada boda sabiendo que hemos hecho lo imposible para obtener imágenes emocionales con sus seres queridos".
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