Nunca habíamos tenido tantas ganas de recibir a un año. El 2021 ha llegado cargado de ilusión y planes que esperemos, no se vean truncados.
Hemos dejado atrás 2020, un año al que tras el brindis de nochevieja, cogimos con muchas ganas pero se vió truncadísimo por la llegada de una pandemia, la cual nadie esperaba y puso nuestra vida patas arriba.
El COVID 19 nos cogió a todos por sorpresa y nos obligó a reconciliarnos con esas cosas que dejamos para luego. Se paralizó todo, cancelamos viajes, escapadas, cenas, comidas, quedadas y eventos..los eventos que tanto esperábamos.
Bautizos, comuniones y bodas..las bodas que se tuvieron que cancelar, aplazar o mejor dicho, reconvertir. Muchos novios tuvieron que verse en la situación de parar o seguir adelante con sus bodas.España iba pasando de fases y el sector nupcial veía un poco de luz al final del túnel, eso sí con mascarilla, gel hidroalchólico y distancia de seguridad, sin cóctel ni barra libre ni baile.
Por eso, a las bodas que llegarán durante este año, les pedimos la vuelta de los cócteles, esos cócteles, en los que no había monodosis ni distancia de seguridad, pero sí abrazos, besos, vino, copas de cerveza y muchas fotos.
Les pedimos que los novios vuelvan a disfrutar de sus invitados, vuelvan a poder darlo todo ese día.
Les pedimos que no haya ningún tipo de aforo, cenar sin mascarilla, movernos de mesa en mesa, la vuelta de la barra libre para charlar entre gintonics y vino.
A las bodas de 2021 les pedimos bailar sin toque de queda, hasta el amanecer y con los tacones en la mano.
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